Me encantaría vivir en un mundo al revés, donde el 90% de mis decisiones me llevasen al éxito. Donde me rodease de personas ejemplares. Donde todos mis esfuerzos estuviesen recompensados.
Un mundo donde la gente no amase lo material y lo superficial, donde el cariño que te profesa una persona no va ligado a los favores que le has hecho o a los regalos que le has comprado.
Un mundo donde recibiese más de lo que doy, donde no tuviera que demostrar ser una buena persona a aquellos a los cuales ya se les ha dado más de lo que merecen.
Si me permiten, voy a cerrar los ojos y a soñar. Con ese mundo justo, con ese mundo mejor. Ese mundo donde tú no eres una imbécil que cree a pies juntillas las mentiras de despojos humanos, y donde yo no soy un subnormal que lamenta errores que no ha cometido, y que llora ausencias de personas que no lo merecen.
Porque ya estoy CANSADO de echarte de menos.
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