lunes, 14 de marzo de 2011

World Of Warcraft.

Amado por unos, odiado por otros. Jugué durante una larga temporada, y conocí sensaciones estupendas, conocí a gente maravillosa y tengo muy buenos recuerdos del juego. Y también recuerdos malos, claro. Sudores me ha costado perder los kilos que gané con el dichoso juego y la inactividad física que conlleva.

Lo que es innegable es la capacidad de este juego de "volar las horas". Para todos aquellos que, como yo, estén en una fase de su vida en la que necesiten desconectar X horas del día de todo lo que tienen encima, el wow es una de las mejores maneras de hacerlo. Quizás no la más barata, pero sí de las más divertidas, si se usa con cabeza.

Vuelvo al wow, señores. Muchos de mis amigos me darán capones por ello. Vuelve Thelgalas (la más guapa de todas las zagalas, com diu Jose), pero la persona que está tras ese avatar no es la misma. Alberto vuelve, con más cabeza, con las cosas más claras. Porque hay días que necesitas evadirte un poco. Y la guitarra, el gimnasio y los exámenes no son suficientes.

Así que, en cuanto acabe el exámen de mañana, entro a Azeroth a recuperar el tiempo perdido.
Y no, no pienso entrar hoy. El símple hecho de tener ésto sobre mi escritorio, ya hace que mi productividad baje un 200%. De hecho, debería estar estudiando!!!

Recién salidito del horno, Alamuerte.

6 comentarios:

He aquí un buen ejemplo de "amigo que no quiere que vuelva a entrar al wow"
:D

Además, uno de los ejemplares más peligrosos... sobre todo si el sujeto regresante quiere hacer manada ¬¬

Voraaaaz!!!!
lo traeré al lado oscuro! muahahahaha!!!!
y le voy a regalar un mes de juego gratuíto! podrá resistirse a eso?? :D

No sé... Me fuerzas a tenerlo ocupado con eso que tira más que dos carretas.

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